
En una medida que conmocionó a la industria cinematográfica durante el fin de semana, el presidente estadounidense Donald Trump anunció planes para aplicar un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos. Al declarar la producción extranjera una “amenaza a la seguridad nacional”, Trump afirmó que otros países están atrayendo a cineastas estadounidenses al extranjero con incentivos fiscales agresivos, lo que perjudica la producción nacional y el empleo estadounidense. ¿Qué significan realmente los “aranceles de Trump a las películas”? Intentaremos explicarlo.
Trump hizo el anuncio a través de una publicación, donde declaró: “Hollywood y muchas otras zonas de Estados Unidos están siendo devastadas. Este es un esfuerzo conjunto de otras naciones y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional… ¡QUEREMOS PELÍCULAS HECHAS EN ESTADOS UNIDOS, OTRA VEZ!”. Según se informa, ha dado instrucciones al Representante Comercial y al Departamento de Comercio para que comiencen a implementar la medida.
Impacto en la industria e incertidumbre legal sobre los aranceles cinematográficos de Trump
La reacción inmediata de la industria ante la sugerencia de Trump de imponer aranceles cinematográficos ha sido de confusión. La Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA) se negó a hacer comentarios al respecto, y fuentes internas afirman que los estudios y las plataformas de streaming se esfuerzan por comprender la base legal y el alcance potencial de los aranceles.
El gobernador de California, Gavin Newsom, respondió rápidamente calificando el anuncio de “otra maniobra infundada y legalmente imposible”. Newsom argumentó que Trump carece de la autoridad para imponer unilateralmente tales aranceles y describió el plan como una “mala praxis económica” que podría desestabilizar aún más la economía del entretenimiento en crisis.
A la ambigüedad se suma la falta de claridad sobre qué constituye una película “producida en el extranjero”. ¿Una película parcialmente rodada en el extranjero pero editada en Los Ángeles estaría sujeta a impuestos? ¿Se verían afectados el cine internacional independiente o los estrenos exclusivos de streaming? Estas preguntas siguen sin respuesta.

Contexto – Realidades económicas detrás de la “producción descontrolada”
Esta política parece diseñada para abordar las preocupaciones en torno a la “producción descontrolada”, donde las producciones de cine y televisión estadounidenses optan por filmar en el extranjero para aprovechar los menores costos laborales y los incentivos gubernamentales. Países como el Reino Unido, Canadá, Australia y Hungría se han convertido en destinos populares por este motivo. Solo en California, se han perdido aproximadamente 18.000 empleos a tiempo completo en la industria en los últimos tres años, según IATSE.
Aun así, la balanza comercial cinematográfica estadounidense se mantiene positiva a nivel mundial, como se señala en el informe de 2023 de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos. Y si bien los rodajes en el extranjero suelen estar impulsados por los costos, no necesariamente resultan en una pérdida de valor económico general para la industria estadounidense.
El papel de Jon Voight en los aranceles cinematográficos de Trump y su impacto político
Los comentarios de Trump parecen estar vinculados a una iniciativa más amplia liderada en parte por el actor Jon Voight, uno de los varios “embajadores especiales” nombrados a principios de este año para ayudar a “recuperar Hollywood”. Según Deadline, Voight se ha reunido con sindicatos como la DGA, la IATSE y los Teamsters para desarrollar un “plan para salvar Hollywood”. Sin embargo, los detalles de dicho plan siguen siendo imprecisos, y muchos sindicatos importantes, como el WGA y el SAG-AFTRA, aún no se han comprometido formalmente.
¿Qué sigue a continuación?
Al momento de escribir este artículo, no se ha tomado ninguna orden ejecutiva ni acción legislativa para hacer cumplir el arancel propuesto. El camino a seguir de la administración sigue siendo incierto, y los analistas legales sugieren que cualquier arancel de este tipo enfrentaría importantes obstáculos judiciales y congresales.
Para los cineastas, el anuncio añade una nueva capa de incertidumbre en un momento en que la industria ya se enfrenta al aumento de costos, los cambios en la economía del streaming y la recuperación posterior a la huelga. Aún queda por ver si se trata de un gesto simbólico o del comienzo de un verdadero impulso político.
¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Crees que esto ayudará de alguna manera a la industria en crisis en Estados Unidos? Cuéntanos tu opinión en los comentarios.